Conozcamos los misterios de Èṣù
Èṣù es el intermediario
entre Olódùmarè y los seres humanos, también lo es entre los
humanos y los Irúnmọlẹ̀ u Òrìṣàs.
Èṣù es el Irúnmọlẹ̀ que lleva todos los sacrificios ofrecidos para cualquier propósito al lugar
apropiado, por eso Èṣù es indispensable en las actividades diarias del
hombre y el Òrìṣà.
Èṣù está detrás de todos
los aspectos y situaciones en la vida de un ser humano, es la deidad a quién le
fue otorgado el "Àṣẹ de la Manifestación", es decir el Poder para
que algo se lleve a cabo o se manifieste. No puede pasar nada en nuestras vidas
sin el consentimiento de Èṣù. Esta es una de las razones por las cuales todos
los sacrificios le son otorgados primero que a nadie más, no solamente es el
guardián de la fuerza vital sino que él es dicha fuerza en sí mismo.
Èṣù representa y enfatiza la capacidad de tomar decisiones apropiadas en la vida, pensar antes de actuar, ser decidido
pero paciente, ser creativo y capaz de analizar las distintas facetas de
una situación, ser perseverante una vez que se ha tomado una decisión, aprender
de nuestras elecciones y asumir la responsabilidad de nuestras decisiones.
Cuando tomamos decisiones con nuestro
Orí, Èṣù nos da las consecuencias para dichas acciones. Asimismo, tiene gran
poder sobre los Ajóògún (fuerzas negativas) que nos acompañan en la vida.
Los
Ajóògún son existen en el Universo para fortalecer el carácter de todos los
que venimos al mundo.
Para alcanzar nuestro destino es indispensable hacer
sacrificio para apaciguar a Èṣù ya que de él depende que todo suceda. De igual
forma, los Ajoogun son apaciguados a través del sacrificio para evitar que nos
afecten.
Èṣù es el mejor maestro que puede existir. En la naturaleza Èṣù es
representado por las piedras, las cuales en Yorùbá son llamadas Yangi.